PACIENTES

CONSEJOS DE LA SAN

La palabra nefritis quiere decir inflamación del riñón. Los riñones (tenemos dos) tienen diferentes partes y las inflamaciones pueden ser por distintas causas, por lo que no todas las nefritis son iguales. 

Para que se entienda vamos a tratar de explicarlo.

¿Qué son los riñones?   Son  los órganos encargados de mantener el organismo ¨ limpio de impurezas ¨.  Para eso tienen que filtrar la sangre y después procesar ese líquido filtrado que termina eliminándose del cuerpo como orina.
La sangre se filtra en los glomérulos. Estos son los que se afectan en las ¨glomérulonefritis¨, que es a lo que habitualmente se le dice nefritis (para acortar el trabalenguas)

¿Qué pasa en las glomérulonefritis?
Estamos diciendo que lo que no funciona bien es el filtro (el glomérulo).
Un filtro se puede dañar de dos maneras.

  1. Se puede romper y entonces empezar a escaparse elementos que tendrían que quedar retenidos.
  2. Se puede tapar y en ese caso acumularse sustancias que tendrían que eliminarse.

Ahora, si hay muchos filtros que trabajan a la vez, (en cada riñón hay un millón de glomérulos)  y algunos se rompen y otros se tapan, tenemos que al mismo tiempo se pierden (en la orina) sustancias que tendrían que retenerse (proteínas o glóbulos rojos) y se acumulan (en la sangre) otras que tendrían que eliminarse (exceso de líquido, urea, creatinina, distintos ácidos).  
Según el tipo y gravedad de la nefritis puede darse cualquiera de los ejemplos que mencionamos.  

¿Las nefritis son graves?
Algunas sí y otras no. Hay nefritis de distintos tipos y gravedad. Algunas requieren internación y tratamiento intensivo y otras se pueden tratar por consultorio. Algunas se curan completamente y otras pueden tener brotes repetidos. Algunas no producen síntomas y otras dan insuficiencia renal severa que lleve a diálisis.

¿Cuáles son los síntomas de una nefritis?
Los síntomas más frecuentes son:

  • la retención de líquido, que se manifiesta por hinchazón (edema),
  • la pérdida de sangre en la orina, con eliminación de orina color rosado, rojo o marrón oscuro (hematuria)
  • la orina espumosa, que indica pérdida de proteínas (proteinuria).

Algunas nefritis no producen síntomas y se descubren en análisis de control o hechos para estudio de otras enfermedades. En ese caso aparecen en la orina pequeñas cantidades de proteínas o glóbulos rojos o valores elevados en la sangre de sustancias que elimina el riñón (urea o creatinina)

¿Cómo se diagnostica una nefritis?
Si se sospecha una nefritis, el médico le pedirá análisis de sangre y orina, que informan sobre el funcionamiento del riñón, y una ecografía, que puede dar una idea si se trata de una enfermedad reciente o que lleva tiempo de evolución.
En caso de confirmarse el diagnóstico, seguramente se derivará a un medico especialista (nefrólogo) que solicitará otros análisis, para ayudar a definir el tipo y la enfermedad que provoca la glomérulonefritis.
En la mayoría de los casos el estudio se completa con una biopsia renal, que confirma el diagnóstico, permite establecer un pronóstico y dar el tratamiento adecuado.

¿Cómo se hace una biopsia renal?
El médico coloca una aguja en la espalda y extrae una pequeña muestra de riñón, que posteriormente debe estudiarse con microscopio, ya que los glomérulos miden fracciones de milímetro. El procedimiento es relativamente rápido, se realiza con anestesia local y tiene una incidencia de complicaciones muy baja.

¿Hay tratamiento para las glomérulonefritis?
Sí. Como dijimos, tanto el pronóstico como la intensidad y la duración del tratamiento son variables y dependen del tipo de glomérulonefritis.
En algunos casos se curan solas y la conducta es sólo la observación y control, ya que se van como vinieron. En otros se requiere el uso de varios tipos de medicamentos para poder manejar los síntomas y controlar la enfermedad. Dentro de estos medicamentos están los  diuréticos para tratar la retención de líquidos y los antihipertensivos para bajar la presión arterial. Muchas veces se usan ¨corticoides¨, cuyo nombre deriva de la cortisona, una hormona que produce normalmente el organismo, u otros compuestos ¨inmunosupresores¨ que actúan en el proceso íntimo de la inflamación. 
En todos los casos de glomérulonefritis es muy importante comer sin sal.

¿Qué pasa si no hay respuesta al tratamiento?
En caso de falta de respuesta al tratamiento, la evolución de la enfermedad suele ser hacia la insuficiencia renal crónica, donde el riñón va dejando de cumplir su función y, como decíamos al principio, se produce la acumulación de toxinas o productos de deshecho. Si esto se produce en forma paulatina se pueden tomar medidas para tratar de retrasar la progresión de la insuficiencia renal.
Es muy importante continuar el control médico con el nefrólogo, ya que cuando la insuficiencia renal es severa, hay que organizar el remplazo de la función del riñón, para lo que existe la diálisis (hemodiálisis o diálisis peritoneal) y el trasplante renal.

La hemodiálisis es un procedimiento por el cual la sangre del paciente es pasada por un filtro denominado dializador para poder eliminar de ella las sustancias que se acumulan por la falta de función de los riñones. Además el tratamiento equilibra el medio interno (sodio, potasio, magnesio, etc), elimina el exceso de agua y corrige el déficit de bicarbonato que la enfermedad produce.

¿Cómo se lleva a cabo el procedimiento?
Par poder efectuar el tratamiento necesitamos lo que se denomina circuito extracorpóreo que permita obtener la sangre del paciente a través de un “acceso vascular”, hacer que esta pase por el dializador y retorne purificada. Todo el proceso es controlado por una máquina que es programada para que sea efectivo y seguro.

¿Qué es un acceso vascular?
Denominamos acceso vascular al elemento que nos permite obtener la sangre para la circulación extracorpórea. Para que el tratamiento sea efectivo se necesitan flujos de sangre elevados en el orden de 300 a 500 ml/min, que no es posible obtenerlos a través de la utilización de una vena común. Si bien estos flujos pueden lograrse utilizando una arteria, su uso en forma reiterada no es posible debido a que se daña y el territorio que ésta irriga puede verse comprometido. Por esto se han diseñado distintas alternativas como las fístulas, las prótesis vasculares y los catéteres.

¿Qué es una fístula?
El acceso vascular ideal es la denominada fístula arteriovenosa que consiste en la unión de una vena con una arteria mediante un procedimiento quirúrgico. Al unirse ambas, la vena recibe la presión y el flujo de la arteria aumentando su tamaño y haciendo más más gruesas sus paredes. Este proceso que denominamos “maduración” de la vena requiere entre 1 y 3 meses para completarse y entonces poder ser utilizada para el tratamiento. Por lo tanto es importante que su confección sea planificada con la suficiente anticipación al momento en que el paciente debe comenzar con hemodiálisis. Una vez “madura” se la punza con dos agujas una para obtener la sangre y otra para devolverla y así poder llevar a cabo el procedimiento. Por ello la vena a utilizar para su confección debe ser accesible a la punción, y debe tener una determinada longitud para poder colocar las agujas con la separación suficiente para que el tratamiento sea efectivo. Por lo general se utilizan las venas del antebrazo o del brazo que son las mismas que se usan para las extracciones de sangre para laboratorio.

¿Qué es una prótesis vascular?
Existen personas que por las características de sus venas tienen dificultad para la confección de una fístula y en ellas se puede utilizar una vena de material sintético que denominamos prótesis, que se coloca mediante un procedimiento quirúrgico por debajo de la piel uniendo un extremo a una arteria y el otro a una vena, suplantando a la fístula. Este acceso también requiere entre 3 y 4 semanas de “maduración” para poder ser utilizado. Tiene la desventaja de ser un material no biológico por lo que suele tener más inconvenientes que las fístulas y por lo cual se utiliza solo cuando no existe la posibilidad de confeccionar una fístula. Ambas opciones deben ser planificadas con la suficiente anticipación para que se encuentren en condiciones de uso cuando llega el momento de iniciar el tratamiento.

¿Qué es un catéter?
Por distintas circunstancias existen pacientes que requieren hemodiálisis en forma urgente y no pueden esperar a la “maduración” de un acceso. En ellos se utiliza un tipo de dispositivo denominado catéter que se coloca en las venas del cuello (yugulares o subclavias) o de la ingle (femorales) que consta de un segmento interno que se introduce en la vena con una longitud suficiente como para llegar a la vena cava superior o la aurícula derecha donde se puede obtener un flujo adecuado para el tratamiento, y un segmento externo que tiene los conectores para el sistema de circulación extracorpórea. Existen distintos diseños pero todos ellos constan de 2 compartimentos internos que permiten a través de uno obtener la sangre y del otro retornarla al organismo. Los catéteres deben ser utilizados cuando ninguno de los otros accesos es posible, generalmente por la urgencia de iniciar diálisis y debe ser utilizado durante el menor tiempo posible hasta que se logre la confección de una fístula o una prótesis. Son de gran utilidad para resolver situaciones de urgencia pero presentan muchos inconvenientes en su uso a largo plazo fundamentalmente infecciones.

¿Cómo se lleva a cabo el procedimiento de hemodiálisis?
El tratamiento es ambulatorio, el paciente concurre al centro de diálisis en la mayoría de los casos 3 veces por semana, realiza el tratamiento que por lo general dura 4 horas y retorna a su domicilio. Las unidades de diálisis cuentan con el equipamiento necesario para efectuar el procedimiento siendo el paciente atendido por un equipo asistencial compuesto por médicos, enfermeros, nutricionista, asistente social, psicólogo, etc. que le brindan la atención y contención necesaria para su enfermedad.

¿Qué sucede durante el tratamiento?
Cuando el paciente llega se sienta en un sillón y es conectado a la máquina de diálisis utilizando el acceso vascular. Durante el tratamiento los pacientes leen, miran la televisión, conversan, y en algunas unidades se realizan otras actividades como pintura, teatro leído, narración, juegos, etc. Por lo general el tratamiento es bien tolerado siendo las complicaciones que pueden surgir con más frecuencia la disminución de la presión (hipotensión arterial) y más raramente la presencia de calambres o dolores de cabeza.

¿Es un tratamiento para toda la vida?
Existen básicamente dos causas por las cuales un paciente puede necesitar diálisis, la insuficiencia renal aguda o la insuficiencia renal crónica. El primero es una condición que se produce en forma brusca deteriorando rápidamente la función de los riñones generalmente por una circunstancia que la desencadena y que es potencialmente reversible. En este caso puede esperarse una recuperación de la función de los riñones que permita suspender el tratamiento, condición que no se produce en todos los casos pudiendo el enfermo adquirir la condición de crónico. La insuficiencia renal crónica por el contrario es una enfermedad producida por muchas causas que se instala en forma progresiva y que va deteriorando la función de los riñones hasta que se hace necesario el tratamiento dialítico. Esta situación es irreversible y requiere de un tratamiento que puede ser la hemodiálisis la diálisis peritoneal o el trasplante renal. Una vez que los riñones pierden toda su función no la recuperan más por lo que cualquiera sea el tratamiento es de por vida. Ninguno de las 3 posibilidades es excluyente y se puede comenzar con diálisis peritoneal, luego trasplantarse o hacer hemodiálisis inicialmente, siempre que no haya una contraindicación médica para alguna de ellas.

¿Cómo afecta el tratamiento el desarrollo de las actividades?
Uno de los objetivos del tratamiento es que el paciente mantenga o recupere sus actividades habituales en función de su edad y condición general. El hecho de efectuar hemodiálisis no implica tener que dejar las actividades laborales, educativas, sociales o incluso deportivas que realizaba antes de comenzar con el tratamiento. La única limitación inevitable es la necesidad de concurrir al centro de diálisis. Tampoco es un impedimento para viajar siempre que el lugar de destino cuente con un centro de diálisis dónde hacer el tratamiento en forma transitoria.

GRUPO DE TRABAJO DE HEMODIÁLISIS

10 REGLAS DE ORO DE LA DIALISIS PERITONEAL.

1) No alterar bajo ninguna circunstancia los pasos de la técnica señalada.

2) Comunicación fluída con el equipo tratante, avisando en forma inmediata el mínimo evento fuera de lo común.

3) Apagar el ventilador/ aire acondicionado mientras realiza el cambio.

4) Cuidar el lavado de manos, usar uñas cortas y sin esmalte.

5) Utilizar la ducha corporal diaria con jabones neutros evitando los baños de inmersión.

6) Adherencia a las indicaciones médicas en cuanto a la ingesta de sal, líquidos, y toma de medicamentos.

7) Controlar las características de las bolsas/ fecha de vencimiento antes de su uso.

8) Controlar el aspecto del líquido/ turbidez a la salida del mismo.

9) En caso de alteración emocional o clínica, evaluar junto al equipo de salud la delegación del cuidado a un tercero.

10) Tener un proyecto de vida positivo, para ser una persona “CON” una enfermedad y no una enfermedad “CON” una persona.

GRUPO DE TRABAJO DE DIALISIS PERITONEAL DE LA SOCIEDAD ARGENTINA DE NEFROLOGIA

1) Todo paciente con cálculos renales tiene que orinar diariamente 2 litros, para lograrlo debe tomar 3 litros de líquido diario.

2) Es ideal que del líquido que Ud. ingiera el 50% sea agua, pero sepa que esto no es imprescindible, es decir que lo importante es que tome esa cantidad pero esto puede lograrse ingiriendo infusiones, jugos , aguas saborizadas etc., es decir lo que Ud. prefiera de acuerdo a su gusto personal.

3) Si Ud. trabaja o vive en lugares con temperaturas muy elevadas, esta puede generar una pérdida de líquido extra que tiene que tenerlo en cuenta para compensar con un aumento extra en la ingesta líquida y lograr mantener siempre un volumen de orina de 2 litros por día.

4) Es muy importante que si Ud. elimina un cálculo éste sea analizado para conocer su composición, por lo tanto alcánceselo a su médico.

5) Debe saber que si formó un cálculo de oxalato de calcio esto no implica que no puede comer productos lácteos. Por el contrario la mayoría de los pacientes con cálculos renales deben mantener un aporte adecuado de calcio.

6) Todo paciente que forma cálculos renales debe evitar el sobrepeso o la obesidad dado que ambos favorecen la formación de cálculos.

7) Una persona que forma cálculos renales puede comer de todo pero siempre con moderación.

8) Las exageraciones en la ingesta de sodio (alimentos salados y el excesivo uso del salero) y proteínas de origen animal (carnes rojas o blancas) son uno de los factores dietéticos que favorecen la formación de cálculos.

9) No es conveniente que un paciente con cálculos renales, tome complejos con vitamina C, dado que la misma en el organismo se transforma en oxalato pudiendo aumentar el riesgo a formar cálculos.

10) Una vez que ha formado un cálculo renal es fundamental realizar estudios de laboratorio para conocer cuál o cuáles son los factores que en su caso, favorecen la formación de los mismos. Para ello consulte con un médico nefrólogo quien le indicará que estudios Ud. debe realizar.

GRUPO DE TRABAJO DE LITIASIS RENAL

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